Tuve una experiencia maravillosa durante mi estancia. La habitación era grande y estaba impecable, con un ambiente que me transportó a otra época. Los baños árabes son un verdadero deleite, perfectos para relajarse después de un día explorando. Además, el personal fue excepcional, amables y siempre dispuestos a ayudar, lo que hizo que me sintiera muy bien atendido. Nunca olvidaré el té y el café que se ofrecían, un detalle que añadía un toque especial a la estancia.

El acceso al hotel es un poco complicado, especialmente con equipaje, lo que puede ser agotador.

La estancia fue maravillosa. La habitación superior era amplia y cómoda, ideal para nuestra familia. Nos encantaron los baños árabes, perfectos para relajarnos y desconectar después de un día explorando Toledo. Además, el detalle de la neverita recargada a diario fue un gran acierto.

El acceso al hotel es un poco complicado.

baños árabes preciosos, habitación limpia, decoración cuidada

El acceso al hotel es muy complicado, especialmente con maletas. Además, el parking más cercano está a 7 minutos, y las subidas intensas son un desgaste considerable. Me sorprendió lo inaccesibles que son las instalaciones para personas con movilidad reducida, como sillas de ruedas.

la habitación era amplia, pero sin espacio para mis pertenencias, como si no esperaran que trajera equipaje. raro que no haya un teléfono en la habitación, eso es básico. sería ideal un gesto de cortesía por tantísimos inconvenientes, un obsequio o un descuento. casi escribo una buena reseña, pero no pude.

Considera llevar una pequeña mochila para facilitar el acceso al hotel, ya que las subidas son empinadas y el aparcamiento está un poco alejado.

Baños árabes impresionantes y auténticos.

Las patatas fritas del bar cerca del Riad son de otro mundo! Ni hablar de los platos de Entre Dos Fuegos, que te dejan con ganas de más. Además, la habitación era amplia y muy confortable, perfecta para relajarse después de explorar la ciudad. El trato del personal fue exquisito.

El aire acondicionado en nuestra habitación estaba un poco débil, pero eso no opacó la estancia, ¡todo lo demás brilló con luz propia!

Recomendado para quienes buscan relajarse

La atención recibida fue increíble, el personal fue muy amable, incluso nos dejaron entrar antes a la habitación. eso no se ve en otros lugares. Los baños árabes eran una maravilla, después de un día de recorrernos esa ciudad, era un placer sumergirse allí.

No fue barato, pero se puede decir que vale la pena lo que pagas.

Atención excepcional, habitaciones impecables, té y pastas refrescantes – un lugar para recordar.

Todo un lujo. Personal muy amable y atento. Habitación impecable, con todos los detalles y muy cómoda. Los baños árabes son un verdadero deleite, perfectos para relajarse después de recorrer la ciudad. Volvería sin dudarlo.

Los baños árabes son una experiencia única que realmente se disfruta cada día, muy relajante. La habitación era amplia y estaba perfectamente limpia, además de contar con una neverita que reponen cada día, lo cual es un gran detalle. El trato del personal fue excepcional, siempre atentos y dispuestos a ayudar. Sin embargo, la ducha no funcionaba correctamente, aunque solucionaron el problema rápidamente cambiándonos a una habitación de categoría superior, lo que fue un buen gesto.

Una experiencia muy bacana. Baños árabes de lujo, perfectos para relajarse. La habitación amplia y cómoda, y el servicio de primera, siempre atentos. Eso sí, el acceso un poco complicado, pero vale la pena.

Una experiencia inolvidable en Toledo

Pasamos una noche en una habitación superior, destacando la limpieza impecable y un servicio excepcional del personal. Aunque la cama no era tan cómoda como esperábamos, disfrutamos de un ambiente sereno y acogedor. No olviden probar los baños árabes para una relajación total.

La habitación Superior Queen es amplia, aunque el mobiliario resulta vistoso pero poco práctico para estancias largas, ya que carece de estanterías. La ambientación es acogedora y la ducha, a pesar de requerir chanclas por la resbalosidad, ofrece una experiencia refrescante.

El acceso al hotel es complicado, imposible parar el coche delante para descargar y el parking más cercano está a un par de minutos a pie. La cama, aunque elegante, no era tan cómoda como se hubiese esperado de un lugar así, y en la habitación Ajedrea, el espacio para las pertenencias es limitado, lo que lleva a tener maletas dispersas por la habitación.